miércoles, 3 de agosto de 2011

Lo admito, me gustan tus lunaresla cara de bebé que pones cuando bostezas, tu ombligo. Me encanta tu sonrisa a la que casi no me tienes acostumbrada, la mirada de tonto que se te pone cuando me ves, o las arrugas de expresión que a veces te salen en la frente. Me vuelve loca cuando te enfadas y se te hincha la vena del cuello, porque sí, adoro tu cuello y también tu espalda, tu perfecta espalda. Tus brazos,cuando me abrazas, me atrapas, me encierras entre tus brazos. También me gustan tus orejas, morderte las orejas. Y tu voz, cuando me hablas bajito, cuando me gristas o las pocas veces que me dices "te quiero", sí, es tu voz también, me encanta,al igual quel color de tu suave piel. Vale, es verdad, no es solo eso, también son las típicas cosas en las que una persona se suele fijar: me gustan tus ojos, tu boca y también tu olor. Adoro tus manos, cuando me acaricias o me pellizcas de broma, cuando me haces cosquillitas, cuando te acercas. Por no hablar de la cara con la que te levantas de la siesta, la que pones cuando te ríes de mi o cuando comes. No hay una parte de ti que no me guste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario